NO NOS HAGAMOS BOLAS
Existe confusión sobre (1) la iniciativa de reformas constitucionales que AMLO recientemente presentó al Poder Legislativo y (2) sus intenciones generales de reformas constitucionales futuras, respecto de las cuales destaca la posible intención de adoptar una nueva Constitución. El propósito de esta Hormiga es aclarar el tema.
Iniciativa de reformas constitucionales, presentada por el Presidente al Congreso de la Unión el 5 de febrero de 2024. Sobresalen las siguientes: eliminación de organismos autónomos, que con rango constitucional se han establecido desde la década de los 90’s y que han significado un avance en el control del Ejecutivo Federal y de la legalidad, por lo que se considera un verdadero retroceso su eliminación y un acercamiento a la autocracia. El siguiente listado es ejemplificativo y no exhaustivo: Instituto Nacional Electoral [INE], la Comisión Nacional de Derechos Humanos [CNDH], el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social [CONEVAL], el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales [INAI], la Fiscalía General de la República, la Comisión Federal de Competencia Económica [COFECE], el Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica (INEGI), el Instituto Federal de Telecomunicaciones [IFT], el Instituto Nacional de Evaluación de la Educación [INEE].
Además de la eliminación de organismos autónomos, destacan las siguientes reformas: incorporación de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa; elección popular de jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial; reducción de gastos de campaña y de partidos políticos; eliminación de candidaturas plurinominales, a efecto de que la Cámara de Diputados se integre por 300 diputados y la Cámara de Senadores por 64; establecimiento de trenes de pasajeros; devolver a la CFE su carácter de empresa pública; jubilación con el 100% de salario; aumento de salario mínimo con base en la inflación y atención médica gratuita a todos los mexicanos.
Nueva Constitución. Se trata del proyecto, del pomposamente autonombrado “Congreso Nacional Constituyente”, emitido el 24 de octubre de 2020, por un grupo de personas físicas listados a renglón seguido en tres páginas (15-17) y más de 30 organizaciones (tales como: Consejo Nacional del Pueblo Mexicano, Por el Cambio con Dignidad, A. C., Universidad Revolución (UR), Grupo Tacuba, Asamblea de Migrantes Indígenas, Emprendedores de Conciencia por México, Unión de Pochtecas de México, Ayuntamiento Popular de Ixtacalco, Asamblea de Migrantes Indígenas, Consejo Municipal del Pueblo de Paraíso – Tabasco y Asociación Vecinal de Texcoco, etc.).
El documento se denomina “Constitución Política de la República Federal y Pluricultural de México 2021”. Indica que se emite a 4 años de la instauración del “Nuevo Congreso Nacional Constituyente de México”. Es obvio que el documento no fue discutido, ni preparado por representantes electos con base en la legislación electoral vigente, por lo que se trata de un ejercicio de deseos, carente de legalidad, que refleja el sentir de una parte de la población y por lo que se conoce, con la simpatía de nuestro actual Presidente.
Se resaltan algunas de las disposiciones de este proyecto de nueva Constitución como sigue:
1. “Todos los mexicanos tienen derecho a ser titulares de concesión de propiedad de una casa habitación, de manera individual o compartida, considerando al menos 40 metros cuadrados por habitante, sean niños o personas adultas. Todas las casas y departamentos habitacionales en uso serán asignados como concesión de propiedad a sus usuarios con antigüedad mayor a un año.” (Art. 139). Es decir, que la propiedad privada deja de surgir con base en una escritura o juicio y pasa a ser un derecho que otorga la autoridad.
2. Respecto a inmuebles ociosos, como los denomina, señala: “Los espacios que permanezcan sin uso por más de tres años podrán ser recuperados por el consejo técnico municipal de economía equitativa para ser asignados en concesión de propiedad a nuevos usuarios.” (Art. 141).
3. Añade que “El pueblo mexicano que suscribe esta Constitución rechaza el capitalismo, el presidencialismo y el sistema electoral que divide, polariza y corrompe, así como las instituciones que de ello se han derivado y que han propiciado la concentración excesiva de la riqueza material y del poder político…” (Art. Primero Transitorio).
4. Otro precepto indica: “Las empresas capitalistas gradualmente pasarán a ser empresas cooperativas, incrementando el porcentaje del reparto de utilidades para que, en un máximo de 35 años, el 100% sea distribuido entre los integrantes de la empresa…. Los anteriores patronos podrán continuar laborando en la empresa y, como todos los trabajadores, recibirán la retribución equitativa por sus contribuciones.” (Art Décimo Primero Transitorio).
Baste lo anterior para establecer la diferencia entre la reforma constitucional propuesta por AMLO y el mencionado proyecto de nueva Constitución, de franco corte socialista y comunista, entendido esto último, como un sistema social sin clases, en el que la propiedad de los medios de producción es común y la propiedad individual queda sujeta a autorizaciones y concesiones de un Estado fuerte e intervencionista, que busca la igualdad de los miembros de la sociedad. Es factible que sea el sistema que desea implantar MORENA, en caso de ganar las próximas elecciones de 2 de junio de 2024.