EL TREN DE LA MUERTE

Un sinnúmero de cuentos y leyendas de la región de Macuspana, Tabasco, se escucha en las bancas de su jardín central y en boca de sus abuelitas, dondequiera que se encuentren. La región y sobre todo sus habitantes y sus procederes, dan entrada a esa trenza de ficción y realismo, a la cual García Marques, en relatos y novelas de Colombia, supo añadirle el listón colorido de la magia.

Se ha asegurado desde antes de los tiempos de Justo Sierra, (campechano y vecino ilustre), que todo tabasqueño sueña con ser presidente de México. Lo asegura doña Chole, retirada tamalera quien, entre otras aventuras, narra las peripecias de la familia López, que procrearon un niño decidido a ser el primer presidente tabasqueño y a quien llevaron a la Ciudad de México, en viaje de placer y lo subieron al trenecito de Chapultepec:

—¡Yo voy a hacer uno más mejor, bastante más mejor, más grande! Pa más gente. Allá en nuestra tierra, papá.

—Claro, mijito, ja ja ja. Ya oíste lo que dice Andresito —le pregunta a su mujer, el señor claramente disfrazado de provinciano, traje luido azul obscuro, camisa de cuello hilachudo por las lavadas, sombrero corto de palma y una bolsa pequeña de mandado en la izquierda, donde las tortas a comerse en el pasto de los prados del parque, se enciman unas a otras.

—No se rían. Ya verán. Ya verán —dice el niño, sentado en el carrito donde le cuelgan las piernas, a las cuales les falta crecer para pisar la lámina firme del trenecito. Con las pupilas clavadas en el infinito y los párpados a medias, traga saliva y sella un futuro de caprichos, antojos y extravagancias., que le abrían de dar fama mundial a su impertérrita terquedad.

—Quiero una charamusca, papá.

—Hasta después de comer —asegura el padre y le clava la vista a su esposa.

—Cómprale la charamusca —dice la señora— sino, ya vez como se sulfura y le puede hacer daño.

—Cálmate, Andresito. En cuanto veas al vendedor, te la compramos.

….y así fue como Andresito empezó con la idea del Tren Maya, lo cual se le ha convertido en un serio problema a crecer y crecer en el futuro. Como decía con sabiduría un camioncito destartalado “TODO POR NO ESTUDIAR”. Lo terrible es que nos heredará su torpeza, desatino e información, que ha resultado estar diametralmente equivocada. Veamos:

El Tren Maya, fue proyectado con una longitud de 1,554 km (965.6 mi), atravesando 5 estados: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. La ejecución ha sido nefasta:

·        Al anunciar en 2018, con bomba y platillo el gran proyecto, AMLO aseguró que no se talaría ni un solo árbol. El último reporte del gobierno federal al respecto, indica la tala de 7 millones de árboles, contradicción que coloca a México como un país bananero, donde se puede usar el micrófono de la nación con entera desfachatez;

·        No se ha proporcionado información sobre la comercialización e ingresos producto de la venta de madera tropical, dura, de alta calidad, de los árboles removidos (caoba, cedro rojo, chichapate, jabín y otras);

·        No se ha cumplido con autorizaciones de autoridades ambientales. Organizaciones públicas y privadas, nacionales e internacionales, han reportado, prácticamente a diario, el enorme daño que la tala causa a la flora y la fauna, así como a cuevas, cenotes y acuíferos, por donde cruza el trazo y la contaminación del agua que circula hasta humedales, ríos y el Mar Caribe;

·        Han surgido serios cuestionamientos sobre el control de calidad adecuado del balastro (piedra) que soporta los durmientes y rieles. La consecuencia son las altas posibilidades de descarrilamiento, sobre todo al alcanzarse cierta velocidad. Esto, debido a corruptelas entre los proveedores del balastro y los laboratorios designados para su estudio y análisis, antes de su colocación.

No es de sorprender, que la semana pasada, la Directora de Información de la Corte Real de Suecia, haya suspendido la visita y recorrido en el Tren Maya de los reyes de Suecia, en visita oficial a México. Su sola presencia hubiera avalado el criminal ecocidio, además de que hubieran corrido el riesgo de descarrilamiento. La prensa suiza (periódico Dagens Nyheter), ha denominado al Tren Maya como El Tren de la Muerte. Muerte a los animales y las plantas y los insectos de la selva. Muerte a los cenotes y agua purísima del subsuelo. Muerte a los descarrilados futuros. La denominación ha recorrido los medios a nivel mundial, lo cual afectará el turismo anticipado.

Cabe añadir una odiosa y educativa comparación: el costo de la construcción reciente, del puente más largo del mundo, de Hong Kong a Macao sobre el mar, ya en operación, de 55 km de largo, 29.6 km de puentes sobre el mar, de 33 mts de ancho (permite 3 carriles para autos por cada lado), habiéndose construido 4 islas artificiales, 6.7 millas de túneles submarinos, con resistencia a temblores de magnitud 8 en la escala Richter, fue ligeramente superior al costo presupuestado para el Tren Maya, que con frecuencia se ha aumentado sin explicación, debido a la secrecía con la cual se han manejado las erogaciones.

Ignacio Gómez-Palacio