NUESTRA REGIÓN: AMÉRICA DEL NORTE
Cuestión de grados. Nada es para siempre. Todo cambia.
Veamos, con la aclaración de que se trata de afirmaciones genéricas, que con toda seguridad tienen muchísimas excepciones:
· Durante el siglo XIX y hasta mediados del siglo pasado, el nacionalismo estaba inserto en el ADN de todo mexicano. El himno nacional se cantaba con fervor patrio, todos los lunes en las escuelas. Los maestros narraban con rencor, la defensa y la lidia épica de Los Niños Héroes, que prefirieron lanzarse al vacío desde los altos de El Castillo de Chapultepec, envueltos en la bandera nacional, que permitir a los invasores apoderarse de nuestro lábaro patrio.
Se veían pocos extranjeros en las calles. Éstos trabajaban para empresas extranjeras que desarrollaban la infraestructura nacional. Se juntaban en sus clubs y colonias, con pocos amigos mexicanos. El Club Alemán, El Club Suizo, El Reforma de los ingleses y El Club Mundet de los españoles, por nombrar algunos. Los angloparlantes tenían su propio directorio telefónico, periódico y hasta programas de radio en inglés.
En esa época, los padres de un amigo de la secundaria viajaron a Europa de placer. El señor regresó con una piocha con algunas canas. Viva imagen del éxito y la aventura.
La Constitución de México señalaba como causa de perdida de la nacionalidad, adquirir otra, lo cual implicaba sumisión a un gobierno extranjero, potencial enemigo de la patria.
Y pasaron los años…
· Unos cuantos de los que nacimos en los 40’s y 50´’s del siglo pasado, estudiamos o paseamos en el extranjero, durante o después de terminar estudios universitarios en la UNAM. Algunos empezaron a viajar fuera a países cercanos, aprender fundamentalmente inglés y trabajar para empresas, principalmente estadounidenses, a pesar de ser vistos con cierta sospecha crítica, en especial, por sus padres, tíos y allegados de la familia. Después se supo de algunos extranjeros que adquirieron la nacionalidad mexicana, sin perder la que tenían de origen, lo que sorprendió a nuestros legisladores y fue anticipo a las enmiendas legales que favorecieron la doble nacionalidad.
Y pasaron los años…
· Surgen mexicanos con mente globalizadora, que no se ofuscan, ni se sienten extraños en EUA o Canadá, por no mencionar Corea, África o Finlandia. Día a día, tecnología tras tecnología, el mundo se empequeñece. Los mexicanos salen a ver y enterarse de otras culturas. Llegan turistas, estudiantes, profesionistas, empresarios de fuera e imponen otra realidad.
Mexicanos nacidos en los 70’s, 80’s y 90’s tienen amigos suecos, hindúes, japoneses y recientemente de ucrania y china. Participan en comidas y cenas con ellos, mismos que en quince días van y regresan de y a sus lugares de origen, como si dar la vuelta al mundo fuera cualquier cosa. Ellos y nuestros hijos hacen lo mismo. Residen en cantidades importantes en otro país, otra lengua, otro sistema de gobierno y muchos detentan dos o más nacionalidades. Trabajan a distancia con computadoras, laptops y celulares.
Los que ya estamos “mayorcitos” nos sorprendemos. Para ellos es lo natural. Nosotros vamos de salida. Ellos están para quedarse un rato largo. La tendencia provinciana de nuestros padres, abuelos y la propia, está “out”. La internacionalización, la globalización está aquí pero apenas empieza.
Y pasarán más años….
· En unas cuantas décadas, el mundo se dividirá en regiones. Europa ha dado los primeros pasos. Desde 1957 crea La Comunidad Económica Europea, la que después se substituye en 1993 por La Comunidad Europea, un proyecto de unión más ambicioso: elimina fronteras, establece una sola moneda (el euro) y emite regulaciones aplicables a todos los países miembros, en materias como pesca, medio ambiente, bosques, etc. La rebeldía inglesa identificada como el Brexit, está fuera de época. Es de anticiparse que Gran Bretaña regrese o se anexe al libre mercado de Norte América. Quedarse como frijol en medio de las grandes regiones y los grandes mercados no parece buena decisión.
Y pasaran más años….
· La creación de La Comunidad de América del Norte es una tendencia irreversible y a tono con las soluciones federativas mundiales. Los propios EUA, son una comunidad de Estados.
Con la celebración en 1994 del Tratado del Libre Comercio y del T-MEC en 2018, se ha iniciado lo que es muy factible que se convierta en La Comunidad de América del Norte. Mucho se puede comentar al respecto, pero en un editorial se carece de espacio.
¿Cuantos años faltan para que se eliminen las fronteras y demás barreras existentes? Imposible saberlo, pero difícilmente se detendrá. Es cuestión de grados y éstos han ido en aumento con los años. Es un impulso que arranca con un nacionalismo debilitado. Es muy factible que un mexicano de 60, 70 o más edad, rechace con enojo esta Hormiga, pero es un hecho que el paisanismo, el patrioterismo y el colonialismo, van de salida. Más vale ¡darnos cuenta de la realidad! El futuro nos depara que habremos de pertenecer a nuestra región natural: La Región de América del Norte.