BEATRIZ PAREDES: HECHOS Y REALIDADES.

Solo quedan dos mujeres que participarán en la elección de la candidata del FRENTE AMPLIO OPOSITOR. Los discursos recientes de Beatriz Paredes, militante del PRI, han guardado cierta similitud con los pronunciados por Xóchitl Gálvez. Ambas han criticado decisiones presidenciales y prometido mejoras en materias de seguridad, economía, salud, etc., pero, ¿en qué difieren? Sobre la historia de Xóchitl, invito al lector a referirse a mi Hormiga de 22 de junio pasado, publicada en mi pág. web: https://www.ignaciogomez-palacio.com/blog/xchitl-una-luz-en-las-tinieblas , bajo el título, “Xóchitl: Una Luz en las Tinieblas”.

Se ha dicho que el origen de Paredes guarda similitud con el de Xóchitl. Es incorrecto. Xóchitl nació en una familia humilde con un padre alcohólico, golpeador y machista, que la obligó a vender gelatinas en la calle para ayudar el sustento familiar. Ha destacado en razón de su perseverancia, entereza y otras virtudes, mencionadas en mi Hormiga, antes citada.

El quehacer profesional de Beatriz Paredes Rangel, denota su liga con el priismo. Para efectos de la votación dentro del FAM, el PRI la está apoyando con sus brazos corporativos, léase obreros y campesinos. De salir triunfante, serán priistas quienes la acompañarán en su campaña presidencial y si es electa Presidenta de México, priistas los que designará mayoritariamente para gobernar. Son priistas a los que conoce. Con ellos ha crecido, vivido, respirado, militado, etc. Es natural que con ellos gobierne. Con ellos y su moral y costumbres. En pocas palabras, Paredes significa el regreso del PRI.

El curriculum público de Paredes indica dos matrimonios sin descendencia. Su actividad profesional ilustra, como es el caso de cualquier persona de 70 años cumplidos, ¿quién es?, ¿a qué está acostumbrada?, ¿qué tan gruesa tiene la piel?, su cercanía con la verdad y la mentira, con gentes de bien o malhechores, su aprobación o rechazo a la mentira, la simulación, la calumnia, el engaño y otros rasgos distintivos, que los ciudadanos hemos encontrado, en los “políticos” tradicionales de nuestro país.

Paredes nació en 1953 en el poblado de San Esteban Tizatlán, municipio de Tlaxcala. Ha abrevado del priismo de cepa, del priismo duro, recalcitrante y cabrón. La puerta a la política se la abrió su padre Higinio Paredes Ramos, militar y senador priista por Tlaxcala (1952-1958). Paredes ha militado en el PRI durante 50 años, a partir de cuando tenía 20. Es decir, que desde su adolescencia soñó ser militante del PRI, lo que es natural en quien chupó en biberón priista. Ya era priista como estudiante de la UNAM, donde se graduó como socióloga, para posteriormente hacer un posgrado en Barcelona sobre literatura hispanoamericana.

Su priismo es perenne y larguísimo. Se le notó desde la primera comparecencia de los candidatos ante el FAM, en la que señaló con desparpajo y claridad: “los priistas somos los que sabemos gobernar”. Su historial habla por sí solo. De inicio, ocupa diversos cargos en la Confederación Nacional Campesina. A los 21 años de edad, fue electa diputada al Congreso del Estado de Tlaxcala. Apenas de 26 ocupa el cargo de diputada federal. Antes de cumplir 30, fue designada secretaria general adjunta del PRI. En 1979, da respuesta al tercer informe de gobierno del Presidente López Portillo, en su carácter de Presidenta de dicha cámara. Tenía 40 años cuando deja el cargo de Secretaria General del PRI, para irse de embajadora a Cuba, donde permanece un año. El gobierno castrista le otorga la condecoración de “La Orden de la Solidaridad”.

A los 42 años es designada secretaria general del Comité Nacional de la Confederación Nacional Campesina del PRI, cargo que desempeña durante tres años. Su carrera como funcionaria pública es vasta: tres veces diputada federal por el PRI, Presidenta del Senado de 1987 a 1982, gobernadora de Tlaxcala, puesto que ocupa al lograr más del 90% de la votación a su favor, lo que la hace conocedora del manejo de las urnas, subsecretaria en varias dependencias federales y otros nombramientos dentro y fuera del partido que resulta innecesario agregar, todos relacionados con su militancia y relación con el PRI y sus dirigentes. Sólo se añade, por su relevancia, su designación en 2012 como embajadora en Brasil, país que la condecora con la Gran Cruz de la Orden de la Cruz.

Beatriz Paredes, quien actualmente es senadora de la República, milita en grupos de izquierda, como el Grupo de Puebla (cara modernizada del Foro de Sao Paulo), que cuenta como fundadores, entre otros, a Lula da Silva, Evo Morales, Alberto Fernández, Beatriz Paredes, José Luis Rodríguez Zapatero, Zoé Robledo, Mario Delgado, Rafael Correa, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Para este grupo “el neoliberalismo es el responsable de la falta de crecimiento y el aumento de la desigualdad”. En el “Manifiesto Progresista del Grupo de Puebla”, se listan, a la letra, algunos de sus principales objetivos:

·        Oponerse a los gobiernos neoliberales, por ser responsables de la falta de crecimiento y el aumento de la desigualdad.

·        Recuperar el papel fundamental y el rol activo y protagónico del Estado, desarrollando su potencial de árbitro del mercado, en la distribución de bienestar colectivo.

·        Defender a Cuba, Nicaragua y Venezuela de las agresiones e injerencias de potencias o terceros Estado.

·        Estimular la responsabilidad social del mercado.

·        Revisar privatizaciones y promover más control público y menos mercado en el suministro de servicios y bienes públicos.

Es conveniente conocer lo mencionado, con el propósito de marcar la clara diferencia entre Xóchitl (empresaria neoliberal, activista con experiencia de campo en la ayuda a los pueblos indígenas) y Paredes, priista de cepa y fundadora del Grupo de Puebla, junto con personajes morenistas como Mario Delgado y otros.

Ignacio Gómez-Palacio