BENITO JUÁREZ Y MARGARITA MAZA HECHOS POCO CONOCIDOS

Toca ahora asomarnos a la historia y relatar hechos poco conocidos que redondearán la biografía de quienes no nacieron padres de la patria, caudillos o presidentes. Nacieron llorando, como todos nosotros, de carne y hueso y ensuciando pañales. Me arranco con nuestro Benemérito de las Américas, (1806-1872), quien murió de 66 años.

Oaxaqueño, hijo de indios zapotecas, huérfano a los 3 años, queda bajo la custodia de su tío Bernardino. No hablaba castellano, cuando a los 12 años de edad busca la ayuda de su hermana Josefa, cocinera en casa del genovés Antonio Maza Padilla, residente acomodado en la ciudad de Oaxaca, quien le da trabajo como peon en su granja. Tres semanas después, Juárez conoce al sacerdote Antonio Salanueva, el que lo contrata como aprendiz de encuadernador. El clérigo le enseña a leer. Con sorprendente enjundia, inicia su educación en diversos centros escolares.

En un fetejo, Juárez de 37 años, baila en público con Margarita, de 17 años, hija adoptiva de Antonio Maza. A las pocas semanas contraen nupcias. Juárez entonces era un prominente abogado que había ocupado cargos de regidor, diputado local, magistrado y juez. Vivía con Juana Rosa Chagoya, su concubina y dos hijos: Tereso y Susana.

Juárez y Margarita procrean 12 hijos, 9 mujeres y 3 hombres. Cuatro de ellos (3 niñas y un varón) mueren pequeños. José fallece pasados los 7 años. Guadalupe muere a los 2 años de edad.

Margarita, eterna admiradora de su marido, lo apoya la vida entera. Él le paga con igual moneda. Logran un equipo de antología. Cuando Santa Ana destierra a Juárez y vive exiliado en Nueva Orleans, ella es hostigada por el general santannista, José María Cobos. Sin dinero, se recluye en Villa de Etla, Oaxaca, donde se encarga del mantenimiento de sus hijos tejiendo ropa infantil y atendiendo un expendio de pan. Como puede, le manda escasos recursos a su marido en el extranjero, que sobrevive de enrollar tabaco.

Al entrar Maximiliano y Carlota a México y establecer El Imperio Mejicano en 1864, Juárez, tras negarse a desempeñar cargos que le son ofrecidos, encabeza el movimiento nacionalista cuyo propósito es el derrocamiento del ilegal imperio encabezado por Maximiliano. Son cerca de tres años en los que recorre el país con la república en el portafolio, ya que al huir para defenderla junto con su vida, tiene que andar a salto de mata con las fuerzas imperiales a sus espaldas. Se mantiene en territorio mexicano con un puñado de asesores para defenderla. Es tiempo de enorme sacrificio y tristezas para el matrimonio que vive separado, Margarita en Nueva York  (Lower East Side) con sus hijos, de nuevo sin apoyo económico, al grado de que dos de sus hijos, mueren de frío por falta de calefacción. De decisiones implacables, vive con los ataúdes n su departamento, hasta regresarlos a la Ciudad de México en 1867. Llega en barco a Veracruz y de ahí se trasporta en carreta, para entregárselos a Juárez y evitar que sus cuerpos descansen en tierra extranjera. Su entrada a la ciudad es apoteótica. El tiro de caballos es removido por el pueblo, que asume el lujo de la entrega a la Patria y su marido.

Margarita es una viajera indomable, cariñosa y humana, lo que demuestra en varios momentos, como cuando atraviesa la sierra de Oaxaca con 8 hijos para acompañar a Juárez en Veracruz; o durante su estancia en Nueva York, desde donde viaja a Washington a una recepción en la Casa Blanca que le da el Presidente Andrew Johnson, admirador de Juárez y enemigo de la monarquía francesa, a la que se opone situada con un brazo en el Castillo de Chapultepec.

En una correspondencia poco conocida que Juárez dirige a su yerno Pedro Santacilia, esposo de su hija mayor Manuela, que bien vale recordar, pues fue escrita a sabiendas del inminente peligro de ser capturado, le pide que sus hijos estudien en escuela laica “…. que aprendan a investigar el por qué y la razón de las cosas, para que en su tránsito por este mundo tengan por guía la verdad y no los errores y preocupaciones que hacen infelices y degradados a los hombres y a los pueblos.”

El matrimonio se escribe cartas desgarradoras que narran su sufrimiento y depresión por la muerte de sus hijos y su separación. Margarita muere de 45 años en 1871. Juárez un año y medio después.

En otra ocasión narraré como Carlota muere loca y como la persona mas rica del mundo.

Ignacio Gómez-Palacio