¡CONFUNDE Y VENCERÁS!

Decía Harry Truman (1884-1972), Presidente de los EUA, “Si no les puedes convencer, confúndelos”. La Biblia narra cómo Dios, en Babel, ante la temeridad humana de construir una torre para alcanzarlo, solucionó el problema, dándole a los constructores diversas lenguas, lo que trajo la confusión entre ellos y razón para suspender la obra.

 

El Diccionario de la Lengua Española indica que confusión es un estado de “perplejidad, desasosiego, turbación de ánimo”, lo que, mesclado con avaricia, ira y soberbia, (pecados capitales), parecen ser características actuales de nuestro Presidente. Si las tenía desde antes de ocupar la silla presidencial, las supo ocultar.

Sería equivocado afirmar que en lo personal y en nuestras relaciones con otras personas, no existe confusión, aunque todos hablemos la misma lengua. Esta es ínsita y propia de los humanos. Así somos. Sí, pero existen grados. Una cosa es tener dudas, por lo general legítimas y otra es vivir en la confusión, lo que pareciera inherente a nuestro Presidente. ¿U obedece a un propósito?

¿Cuántas veces ha sucedido escuchar a AMLO afirmar algo y después desdecirse o expresar un punto de vista contradictorio? Muchísimas. Los noticieros y videos son constancia plena de ello. Lo han llamado mentiroso frecuente, mentiroso profesional, mentiroso compulsivo. Con indeseable reiteración enseñan una grabación en la que afirma algo con furiosa contundencia y otra donde asegura lo contrario. Por citar uno de incontables ejemplos: su defensa del INE y la democracia vs. su hoy cotidiano ataque.

Resulta increíble que AMLO niegue lo evidente, al afirmar, en relación con el reciente informe, como él lo percibe del “departamentito del Departamento de Estado” estadounidense: “es un bodrio…. no tienen pruebas, son calumniadores, mentirosos”; su afirmación se debe a que hace uno o dos días, Antony Blinken, Secretario de Estado de los EUA, en una audiencia ante el Senado estadounidense señaló que los cárteles del narcotráfico controlan partes del territorio mexicano y “el pueblo es la víctima número uno de esa inseguridad”.  Esto, frente a evidencias plenas en territorio nacional, de violaciones a derechos humanos, torturas, masacres, asesinatos de periodistas, cientos de homicidios dolosos y desaparecidos, en cantidades nunca vistas. ¿AMLO está confundido o quiere confundir al pueblo? Lo evidente, no se puede negar, como fue el caso del Presidente Nixon, al verse obligado a renunciar a la presidencia de los EUA.

Es verdaderamente inaudita la desfachatez colosal, de AMLO al visitar varias veces a los grandes capos de la droga en su propio territorio sinaloense, (Badiraguato, población de 6,000 habitantes) acompañado por los medios hasta la orilla del pueblo, donde ni a estos ni al ejército se les permite entrar. Y AMLO, todavía se niega a aceptar que los cárteles controlan partes del territorio nacional. Él no está confundido. Su intención es confundir. ¿Para qué? Para vencer. ¡Confunde y vencerás!

Las noticias se suman. Willian Penham Barr, ex fiscal general de los EUA indicó recientemente: "El plan de AMLO es el siguiente: 'Si a los carteles se les deja libres para traficar drogas a EU, estos serán más pacíficos dentro de México'. Esta política ha fracasado". La política de “abrazos no balazos” es una política para confundir, como sucedió en el caso de la liberación ordenada por AMLO, de Ovidio Guzmán López, el hijo del Chapo Guzmán, presunto criminal, hoy, finalmente sujeto a proceso. El “abrazo” que le tendió AMLO, no disminuyó la delincuencia ni nexos con los cárteles por parte de Ovidio. Le permitió incrementarla al saberse “protegido” del régimen o a quien el régimen le teme.

Confusión implica desorden, circunstancia favorable a los promotores. A “río revuelto, ganancia de pescadores” reza el viejo refrán. Existen al menos dos posibles confusiones: la espontanea carente de intención escondida y la provocada para lograr un fin específico.

¿Cuántas veces nos hemos preguntado si nuestro Presidente raya en la locura? Al sumarse sus maneras equívocas, ahora nos preguntamos ¿Nuestro Presidente sigue al pie de la letra el guion que se ha o le han trazado? ¿Obedece a un plan premeditado?  “Si no les puedes convencer, confúndelos”, palabras de Truman, como se ha dicho.

El tema de “Divide y Vencerás” llama a otra Hormiga, sobre un padecimiento de varios años atrás. Junto con “Confunde y Vencerás”, estamos frente a una dupla perversa que tiene mal al pueblo mexicano y nos hace sentir inmersos en un futuro incierto.

Ignacio Gómez-Palacio