TRES PERSONAJES EN UN GRAN ESCENARIO
Personaje 1. Edmundo Jacobo Molina (en adelante “Jacobo”), Secretario Ejecutivo del Instituto Nacional Electoral, reinstalado en su cargo, el pasado lunes 13 de marzo. Personaje 2. La jueza Blanca Lobo, que otorgó la suspensión definitiva a la orden establecida en el artículo 17 transitorio de la Ley General de los Medios de Impugnación en Materia Electoral (LGMI), una de las leyes electorales de la reforma electoral, conocida como Plan B, lo que permitió la reinstalación de Jacobo de manera definitiva. Personaje 3. El Presidente López Obrador, autor junto con su equipo, de la iniciativa de leyes del Plan B, quien además usó todo su poder para lograr la aprobación por el Poder Legislativo. El Escenario. México y países vecinos.
El regreso de Jacobo, en la sesión del Consejo General de INE, provocó el aplauso de todos los integrantes del mismo, con la sola y única excepción de los representantes de MORENA, que calificaron el momento como una “victoria pírrica” de la oposición. Habrá que ver en el futuro si es “pírrica” o punta lanza de la decisión del Poder Judicial que declare inconstitucional el Plan B. Los ministros y jueces son la última esperanza de la ciudadanía para detener a los otros dos poderes de la unión y salvar al INE, de una reforma que elimina su autonomía y entrega el control de las elecciones al Estado. Si esto último sucede, se pondrá en serio peligro las elecciones limpias, ingrediente indispensable para la democracia y se abrirá la puerta a las dictaduras, que siempre buscan permanecer en el poder, el mayor tiempo posible.
El Artículo Décimo Séptimo Transitorio de la LGMI, literalmente establece: “Dada la modificación de las facultades de Secretaría Ejecutiva con la entrada en vigor del presente Decreto, la persona titular de dicho cargo cesará en sus funciones a partir de su publicación.” La razón que se esgrime, es decir, “la modificación de las facultades” no es causa para la remoción de Jacobo, quien, en todo caso, se adaptaría a sus nuevas facultades. Por añadidura, dicho artículo transitorio es además contrario al Art. 13 constitucional que dispone: “Nadie puede ser juzgado por leyes privativas ni por tribunales especiales.” Se entiende por ley privativa, la que se dirige a una persona en particular, como es el caso de remover precisamente a Jacobo. Nuestra constitución dispone que las leyes sean generales y abstractas y no dirigirse a una persona o grupo de personas en particular.
Jacobo, a quien el Presidente del Consejo, Lorenzo Córdova identificó como “funcionario probo, honesto y comprometido ….[con]…. el sistema electoral y la democracia”, no la tiene fácil. Tiene el obvio resentimiento y rabieta de MORENA y el poder del Ejecutivo Federal.
Especial atención nos merece, el que una jueza tenga la fuerza de detener al Presidente de la República y a leyes emitidas por las dos cámaras del Poder Legislativo. En esto consiste el estado de derecho al que la ciudadanía aspira y por lo que hemos luchado. La sentencia de la jueza Blanca Lobo y su actuación silente, reflexiva, firme y valiente, merece nuestra admiración y respeto. Ella se ha ganado un lugar especial en la memoria histórica y futura de México. Decidió amparar a Jacobo y protegerlo de actos ilegales de los poderes ejecutivo y legislativo. Nunca la olvidaremos.
Frente a la reintegración de Jacobo, el Presidente López Obrador ha repetido su ya bien conocido monólogo, también aplicado a innumerables manifestaciones de millones de ciudadanos en toda la República (pro defensa de INE, contra la inseguridad, solución a los miles de desaparecidos, falta de medicamentos, mujeres, militares, etc.). Su perorata sigue el siguiente guión/esquema, compuesto por 5 pasos: 1. Reírse, y volver a reír con un “me trago esto y más”; 2. Afirmar que todos tienen derecho de expresión, lo que demuestra que no vivimos en una dictadura; 3. Acusar a quienes lo critican de corruptos, de estar interesados sólo en hacerse más ricos, de farsantes que pertenecen al viejo sistema, conservadores, neoliberales, etc; 4. Indicar que “me da orgullo ser como soy” y “me llena de orgullo perder así”, porque, 5. Tenemos una alianza con el pueblo que apoya el proceso de la 4a Transformación.
Son palabras del viejo y marrullero beisbolista dirigiéndose a las gradas de incautos capturados, felices por no haber tenido que pagar la entrada y en cambio recibir tortas, refresco, dinero y otros apoyos de su monarca. El resto de la ciudadanía ya no se sorprende. Conoce su método y conducta. Es quien ha hecho aseveraciones públicas tales como: “El pueblo está feliz, feliz, feliz, ja ja ja”. “MORENA obtiene sus votos con la gente más ignorante”. “Entre más analfabetismo más apoyo a MORENA”.
He aquí tres personajes a la vista, en un escenario que comprende a México y países vecinos, en el que el obvio propósito de AMLO es controlar a su antojo todas las elecciones en el país entero, como en las épocas del viejo PRI, desde la presidencial hasta la del más humilde presidente municipal, pasando por senadores, diputados, gobernadores, etc. De ese tamaño lo quiere antes de terminar su mandato, para que él y MORENA no suelten el poder. Por ello, instiga, propulsa y espolea la aprobación del Plan B.