EL ARISTÓCRATA DE LA 4ª TRANSFORMACIÓN Y LOS CIUDADANOS ALERTADORES

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En mi Hormiga de 04.12.19, describí con cierto detalle a El Duque, a quien también se le conoce como El Opaco. Debido a sus maneras, en lo personal lo he bautizado como El Aristócrata de la 4ª Transformación. Transcribo en parte lo dicho. Si alguien desea la información completa, favor de consultar aquí.

“A pesar de los muchos años que lleva de conocer [a AMLO], El Duque nunca ha aceptado un cargo por importante que sea, ni recibido sueldo, salario o gratificación alguna. No pertenece a Morena, ni lo desea. Nadie, que no sea él, conoce sus ingresos. Su caminar, manos cuidadas y la pulcritud en el vestir lo identifican con la aristocracia no europea, ya que sus tez, cabello y facciones indígenas, delatan raigambre zapoteca de clase alta. Sus trajes a la moda, de casimires sobrios y camisas selectas, se contrastan con corbatas de colores intensos. En las profundidades de su alma enflaquecida por los golpes de la vida, existe un desprecio generalizado a las instituciones y gente en general…. La amistad entre Andrés Manuel y el Opaco se ha dado sin cortapisas. Ambos desprecian a quienes atienden universidades en el extranjero. Los encuentran sospechosos….  Hacen menos a las instituciones y a los ricos, dentro de los cuales colocan a la clase media “fifí”. Se vanaglorian de su honestidad y pocos dineros, aunque ambos saben que tienen guardados personales…. temas y procederes los unen, por lo que pactan desde décadas atrás reunirse por lo menos una vez por semana, lo que salvo contadas ocasiones, no han interrumpido, inclusive ahora que AMLO ocupa la presidencia…. El Opaco, quizás por haber sido profesor de nuestro Presidente, tiene ascendencia sobre su ex alumno, a quien ahora adula como encantador de serpientes.”

La razón por la que he sacado a la palestra de nuevo a este personaje, se debe a su continua e insatisfecha influencia con nuestro Presidente, a quien no deja de advertir el descontento creciente de la clase media, que suma importantes recursos económicos y de comunicación. Prueba de ello, le ha repetido a su ex discípulo y amigo, son las Caravanas ANTI-AMLO y las conversaciones a sotto voche que están sosteniendo algunos líderes de partidos políticos de oposición, así como la agresividad de algunos medios nacionales y extranjeros.

—La REVOLUCIÓN con mayúsculas, a la que tú le llamas La Cuarta Transformación, tiene prisa, —le aseguró El Opaco a AMLO—. Le debes dar velocidad, ¡o se te van a subir a las barbas! Tienes que tomar acciones férreas. Meter a la cárcel a muchos mas empresarios corruptos, a mas funcionarios del pasado. Ya vele acercando la lumbre a Peña Nieto. ¡Encarcela a Calderón! ¡Encarcela a Fox!, o te van a tomar la medida y van a acabar burlándose de ti, sobre todo el pueblo, la gente que te trajo al poder.

—Tómalo con calma. Las cosas en Palacio, ya sabes, van despacio.

         —Lo sé, bien que lo sé, pero dime ¿cómo es posible que el Sistema de Ciudadanos Alertadores, al que tanto tiempo le metimos y hasta gente mandamos a Cuba para que nos dieran las bases de los Comités de Defensa de la Revolución cubana, todavía no opera? Ya casi se completan diez meses de que se publicó en el Diario Oficial y ahora resulta que hace unos días se publican modificaciones, que francamente son cosméticas. Alguien esta atorando el sistema.

         —Tengo tantas cosas que atender, que este asunto se me ha ido pasa y pasa —le dijo AMLO a su amigo, uno de los pocos allegados a quien le es permitido presionarlo.

—Siento molestarte. Es lo último que haría…. pero el asunto es importante. Muy importante, diría yo. En Cuba, querido Andrés, los Comités de Defensa se establecieron unos cuantos días después del triunfo de la revolución y hasta la fecha es la institución mas poderosa del gobierno. Hay uno en cada cuadra. En un país que apenas alcanza once millones de habitantes, existen mas de 200,000 comités. Mas de 7 millones de cubanos son miembros de los comités. Estos han sido el mejor instrumento de control del gobierno y nosotros necesitamos crear algo similar. Por eso les pusimos la palabra de “alertadores”, los que te recuerdo son anónimos. El estado está obligado a protegerlos. Los lineamientos publicados se basan en el cumplimiento de una nueva ética pública y social. La denuncia está ligada a la Ley de Extinción de Dominio. La combinación nos da un poder inmenso.

AMLO se frotó una ceja. Ya se había quitado la corbata. Estaban en Palacio Nacional, donde ambos desayunaban solos, seguido de una mañanera. López Obrador estaba de buenas. El micrófono siempre le viene bien. Gusta de los reflectores, en especial cuando hay pocas preguntas molestas. La “sana distancia”, exigida en tiempos de la pandemia del coronavirus, le ha servido a sus ayudantes para evitar la participación de periodistas incómodos. El Duque, que en esta ocasión calza zapatos de charol, retomó:

—Se podría poco a poco ampliar el sistema y establecer comités de alertadores anónimos en cada cuadra y en cada manzana. Canijos fifís, ya verás que se te van a arrodillar. Nadie se va a atrever a hacer marchas ni protestas anti AMLO. Vamos a tener al país entero alineadito. La revolución siempre se acompaña de la intimidación y la fuerza o no es revolución. La Revolución Francesa no hubiera llegado lejos si no les cortan la cabeza al rey y la reina. La rusa les costó la vida al zar y a toda su familia. En la nuestra murieron miles. Hasta Jesucristo empujó a los mercaderes fuera del templo. Se requiere crear alarma, espanto y terror o nos van a comer el mandado. Ya tenemos los instrumentos jurídicos para hacerlo. ¡Usémoslos, Andrés! No esperemos mas. No esperemos a que los disidentes y la oposición se organicen y se fortalezcan. Es ahora o nunca. Tú bien lo pusiste. O se está a favor o se está en contra de la Cuarta Transformación.

         —Tienes toda la razón.

         —Piénsalo bien. Te recuerdo que en Cuba, el único requisito para ser miembro del comité es tener 14 años. Así han garantizado la participación de adolescentes rebeldes, entusiastas y sin experiencia, campo fértil para ilusionarlos con promesas. Me parece genial. Aquí eso lo solucionamos con el anonimato del alertador.

         —Bien, pues ¿qué te parece si le entramos a este atole de guayaba con tamales de chipilín?

 

La Hormiga

El 6 de septiembre de 2019 se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el “Acuerdo por el que se Establecen los Lineamientos para la Promoción y Operación del Sistema de Ciudadanos Alertadores Internos y Externos de la Corrupción”, emitido por la Secretaría de la Función Pública. El 11 de junio de 2020 se publicaron reformas a dichos lineamientos. Han pasado nueve meses sin que los medios reporten el establecimiento y aplicación generalizada del Sistema de Ciudadanos Alertadores Internos y Externos de la Corrupción, como lo llama el acuerdo. El hecho de que puedan existir “ciudadanos alertadores”, de que sean “anónimos” y que el sistema contenga otras características que escapan el espacio de esta Hormiga, es preocupante. La letra de estos preceptos, bien pueden ser atentatorios de diversos derechos que la Constitución otorga a los gobernados. Baste este breve espacio para “alertar” a los ciudadanos de su existencia.

Brevemente se comenta que el sistema establece lo que denomina como Plataforma Tecnológica de Alerta, administrada por la Secretaría de la Función Pública, donde se reciben las alertas anónimas de los ciudadanos y se acepta la posibilidad de incentivar económicamente al denunciante (Lineamientos Octavo y Décimo de la publicación de 11.06.20). Para efectos de seguridad jurídica, resulta criticable que no incluya lo que entiende por “corrupción”, dentro de la lista de palabras definidas en el Lineamiento Segundo.

Cabe llamar la atención al hecho de que los medios no tomaron cuenta de la primera publicación de septiembre del año pasado en el Diario Oficial de la Federación y que no es sino hasta ahora, en la segunda publicación sobre el acuerdo, que algunos periodistas lo han empezado a reportar con ciertas confusiones. Resulta criticable que la prensa en México no escudriñe con lupa y diario las publicaciones oficiales.

Estos y otros actos de nuestro mandatario nos provocan preguntarnos: ¿Qué tan lejos del suelo firme está nuestro Presidente? ¿Qué tanto se eleva a diario con ese su gusto por el micrófono y la luz pública? ¿Qué tan peligroso es o puede serlo con quienes lo critican? ¿Qué tanto ejerce y seguirá ejerciendo la censura? ¿Por qué no desea viajar al extranjero y reunirse con otros mandatarios? ¿Será que ha caído en el síndrome del rey que no quiere salir de su comarca para evitar sentirse menos? ¿Qué alguien descubra que no está vestido?