EL DIFÍCIL ARTE DE GASTAR

Dentro de la sociedad capitalista en la que estamos inmersos, (a pesar de los esfuerzos en contrario de AMLO), es de primordial importancia el ingreso que cada familia, pareja o individuo tenga, sin embargo, es de mayor relevancia la capacidad de saber gastar ese ingreso. Gastar a lo tarugo, cualquiera. Gastar con inteligencia, responsabilidad y visión del futuro, muy pocos. Veamos varios ejemplos:

1.     Dos hermanos solteros salen de vacaciones en distintos momentos. Ambos con la misma cantidad de dinero y en la misma época del año. A uno no le alcanza y sobrecarga sus tarjetas de crédito. El o los hoteles donde se hospeda y su comida son de mediana calidad. El otro hermano adquiere con antelación un plan de descuento, se ajusta a su presupuesto y obtiene mejores hoteles y comidas. ¿Qué ha sucedido? Qué uno gasta con inteligencia y el otro, al salir y contar su dinero se siente pesudo y no lo cuida;

2.     Dos compañeros de oficina con sueldos idénticos. Uno renueva cada año con su concesionaria favorita los pagarés requeridos para adquirir automóvil nuevo a crédito y paga una renta considerable en zona de alto nivel económico, lo que representa un elevado por ciento de sus ingresos. El otro ahorra durante un tiempo y tras usar transporte público, adquiere de contado un automóvil usado. Renta un apartamento en una colonia modesta, lo que le permite hacer un guardadito, para adquirir en el futuro un inmueble.

Estos ejemplos los observamos a diario. No hay dinero que le alcance a quien no sabe gastar. En muchas ocasiones, ejecutivos de alto nivel, viven en angustiante stress, al estar atados a un trabajo que, de llegar a perderlo, derrumba su castillo de naipes. Podrán ganar cantidades relevantes, pero si sus carros y renta suman un alto por ciento de sus ingresos, habitan en el pánico de no hacer enojar a sus jefes. Es una forma de esclavitud capitalista moderna, campo propicio para enfermedades varias.

Lo anterior, llevado a las finanzas públicas, es lo que actualmente sucede en México. El Presidente no sabe gastar. Está incurriendo en graves errores que nos atrasan frente a un mundo global-competitivo, lo que nos va a acarrear serios problemas económicos, sociales y políticos a la larga.

Quizás el problema más grave y más “transparente” es el gasto incurrido y continuo, sin que se le vea fin, en la construcción de La Refinería de Dos Bocas, berrinche personal presidencial, con el que ha decidido impresionar a sus paisanos. El costo ha sido altísimo. Por el momento lleva gastado 153,600 millones de pesos, más de tres veces superior a los 47,200 mdp originalmente presupuestados, a lo que habrá que sumar lo que falta. Resulta patético tener un Presidente que no sólo gasta como marinero borracho, sino que puede ordenar a sus subordinados recortar presupuestos asignados a otros fines, muchos de ellos fundamentales, como los relativos al sector salud, para seguir adelante con su obra-berrinche fuera de época. Es igualmente lamentable estar sujetos a un régimen presidencialista-monárquico que lo permite.

Darle la espalda a la generación de energías limpias, en especial la solar, insistiendo en la quema de residuos fósiles es un error mayúsculo, que no entiende el mundo de generación de energéticos en la actualidad, basado en energías limpias, fundamentalmente la solar y el viento.

El sol es fuente inagotable de energía que está al alcance de nuestras manos. México se destaca en el mundo, por ser receptor superlativo de energía solar. Elon Musk denomina al sol, como el free fusión reactor in the sky (el reactor de fusión gratis en el cielo). AMLO no sólo nos rezaga, sino que afecta el futuro de la nación y nuestros hijos.

Se considera que la producción de energía solar se triplicará en los próximos 5 años, apoyado por incentivos fiscales en muchos países, como el Inflation Reduction Act, adoptado en los EUA en 2022 y las mejoras en la tecnología de captación de energía solar, como la que actualmente está en trámite de patente de la empresa Three Sixty Solar, que reduce en 90% la superficie de espacio que actualmente se utiliza por los páneles solares, inclusive optimizando la generación y almacenamiento de energía.

Quizás, te he sorprendido con el calificativo, de “transparente”, respecto al gasto de Dos Bocas. Me explico: si el propósito del despilfarro es empobrecer al país, lo que AMLO ha admitido al menos parcialmente, va por buen camino. Si el fin es hacer de México una fábrica de pobres, algunos con capacidad para abandonar el país y enviar remesas que enorgullecen a nuestro Presidente, así como eliminar a los “aspiracionistas”, el gasto millonario en Dos Bocas es vehículo para lograrlo. ¿Habremos llegado al punto de presenciar el nacimiento, en la obscuridad de los oprimidos, del punto de vista contrario y suicida, del difícil arte de gastar? Si así es, México pauperizado, quedará excluido del escenario de progreso como nuestros padres nos lo han enseñado y la 4T prevalecerá.

Ignacio Gómez-Palacio