GILBERTO LOZANO Y FRENA: ¡URGE QUE SE PONGAN LAS PILAS!

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Unas preguntas honestas y muchas respuestas incómodas y dolorosas: ¿Qué  esperábamos los ciudadanos que asistimos a la marcha organizada por FRENA, el 21 de noviembre pasado?:

 

(1)  Qué se cumpliera lo manifestado por G. Lozano desde meses atrás, en el sentido de que sería la mas grande de todas las manifestaciones, con la asistencia de al menos un millón de personas, ocupando el zócalo y varias calles aledañas; (2) qué se iniciaría un plantón en el Centro Histórico de varios días, para exigir la renuncia de AMLO, con base en los estudios de un profesor de Harvard (G. Sharp), que tras observar durante varias décadas el derrocamiento de tiranos en la época moderna, asegura que ninguno ha caído mediante el uso de instituciones y procesos democráticos y sí por movimientos sociales, razón por la que era indispensable juntarnos para demostrar nuestro repudio; (3) qué al darse cuenta de la dimensión del movimiento social, otros factores podrían dar un chispazo inesperado, como es el caso de los militares y empresarios descontentos, así como de los medios; y (4) qué si lo anterior no ocurriera, FRENA, como el grupo sólido y unido que es, así como quienes han venido secundando su causa, apoyarían a Sí Por México.

 

¿Qué ha sucedido? :

 

(1) Qué unos días antes de la marcha de 21 de noviembre pasado, se escindió FRENA, al separarse de quienes están acampados en el zócalo y que además, varios miembros de su Consejo Rector han renunciado al mismo, por conflictos de opinión con Lozano; (2) qué dicha  marcha fue considerablemente menor a la de 3 de octubre. FRENA se equivoca al informar que asistieron 450,000 personas. Mi esposa y yo hemos asistido a la mayoría de la marchas y hemos dormido en el zócalo y nos dimos cuenta de que á esta última marcha, asistieron, exagerando, 40,000 personas; (3) qué Gilberto Lozano erró al señalar que la razón por el regreso de la manifestación que iba hacia el Centro Histórico y que fue desviada a un podio improvisado en El Ángel de la Independencia, fue tenderle “una cortina de humo” al gobierno de la CDMX, para después alegar que fue para cuidar a los manifestantes a quienes los esperaban “cientos” de granaderos en el zócalo; (4) qué cuesta trabajo pensar que los granaderos, que hasta hoy han actuado para defender las agresiones de “chairos” contra gente de FRENA, ahora iban a agredir a los manifestantes, cuando en el campamento se les ha dado comida y hasta uso exclusivo de algunos baños portátiles; (5) qué Lozano no ha vuelto a mencionar al profesor de Harvard y sus razones; (6) que durante la semana crucial siguiente al 21 de noviembre, FRENA ha lanzado la 1ª. campaña contra el morenavirus, guardando silencio con respecto a lo que los ciudadanos atentos esperábamos: otros actos que enseñaran empuje  y brío, antes del 1 de diciembre; (7) qué Lozano está actuando como caudillo que no acepta criterios en contra y da la imagen de que no sabe negociar con los suyos, dentro de FRENA.

 

Lo mencionado tiene como propósito informar, entre otros, a la dirigencia de FRENA, lo que en opinión de varios miembros y no miembros de la agrupación consideramos, frente a los sucesos actuales, con el ánimo de hacer crítica constructiva, ya que  hoy FRENA representa una esperanza de quienes anhelamos un cambio frente a las torpezas de la actualidad. Por ningún concepto deseamos la desaparición de FRENA, pero sí su mejoría. Por falta de espacio no se mencionan sugerencias a seguir, salvo una: invitar y dar espacio a otros miembros y no miembros de FRENA a que expresen sus opiniones y propuestas de acciones a seguir en videos y redes sociales, y no sólo en el estrado el día de la marchas, donde actúan como “jilgueros”. La organización debe enseñar pluralidad. La presencia reiterada de Lozano empieza a cansar y dar la impresión que igual que AMLO es dueño de Morena, Lozano es dueño de FRENA. Esas palabras de “soy Gilberto Lozano, un miembro mas de FRENA”, ya suenan huecas y engañosas.

Ignacio Gómez-PalacioComentario