LA ONU SE CIMBRÓ CON LAS PALABRAS DE NUESTRO PRESIDENTE
Nuestro pro-hombre decidió hablarle al mundo. Aconsejarle lo que debe hacer. Los mandatarios y pueblos de países ricos y en vías de desarrollo han quedado impresionados y agradecidos por sus sabias palabras. ¡Ya era tiempo que un humilde parroquiano fuera y les dijera de viva voz lo que se debe de hacer y rapidito!
Sus cándidas peticiones fueron presentadas con la sencillez y confianza que le son propias. Son gala y reflejo de su visión internacional, lo que le ha valido la admiración de líderes mundiales y nacionales, al grado de no ser necesaria su presencia en las reuniones de la G-20 y otras conferencias internacionales, que obligan al Presidente de los EUA a estar presente. Debido a su dimensión, López Obrador puede darse el lujo de no asistir.
Su estricto manejo de la cuenta pública, apegado a las exigencias de la ley, le ha valido la admiración de propios y extraños. Ese manejo proviene de quien ha sabido dar solución ejemplar a los problemas que aquejaron en el pasado a la nación mexicana antes de su feliz arribo, ya que antes de Él, estaba en las garras del infortunado neoliberalismo, que tantas desgracias le ha causado a nuestra sufrida patria. No en balde, en el evento internacional conocido como la COP26, que recientemente celebraron mas de 1,500 organizaciones de la sociedad civil, el gobierno que preside nuestro orgulloso Presidente fue nombrado “Fósil del Día”.
Las palabras de López Obrador, con la espada ligeramente doblada por el peso de los problemas que a diario debe solucionar, retumbaron en la bóveda de la Sala de Audiencias del Consejo de Seguridad de la ONU. Afortunadamente leyó y no improvisó. Dijo que: el objetivo de su intervención, primero que nada era la de hacer un llamado para “…. garantizar el derecho a una vida digna a 750 millones de personas que sobreviven con menos de dos dólares diarios… que el modelo neoliberal socializa pérdidas, privatiza ganancias y alienta el saqueo de los recursos naturales y de los bienes de los pueblos y las naciones… que debe establecerse un fondo que recaudaría un billón de dólares anuales, mismo que se alimentaría de 3 fuentes….” a saber:
(1) La contribución voluntaria anual del 4 por ciento de sus fortunas a las mil personas más ricas del planeta;
(2) Una aportación similar por parte de las mil corporaciones privadas más importantes por su valor en el mercado mundial; y
(3) Una cooperación del 0.2 por ciento del producto interno bruto de cada uno de los países integrantes del Grupo de los 20.
No contento con el impacto causado ejemplificó con orgullo, en razón de su éxito, al señalar que en México “…. hemos aplicado la fórmula de desterrar la corrupción y destinar al bienestar del pueblo todo el dinero liberado"; léase que los corruptos que antes pululaban en el país, han sido arrojados a la infamia, en un México convertido en arena de incorruptos y honrados funcionarios públicos, producto de las políticas austeras de la 4T.
Fustigó con esa actitud de Jesús en el templo de los filisteos: "Es necesario que el más relevante organismo de la comunidad internacional despierte de su letargo y salga de la rutina, del formalismo, que se reforme y que denuncie y combata la corrupción en el mundo… el mecanismo Covax, creado por la ONU para países pobres, apenas ha distribuido el 6%: un doloroso y rotundo fracaso".
López Obrador es un iluminado que desconoce la fuerza del chabacano y el chabacanismo.
Con prudencia, no quiso adelantar su política de “abrazos no balazos”, que tan buenos resultados ha tenido para nuestro país. Agregó que su gobierno está plantando 200 mil hectáreas de árboles frutales y maderables y dando trabajo a 80mil sembradores y 30 mil jóvenes aprendices.
Así las cosas, no faltan aguafiestas. Los embajadores ante la ONU de China y Rusia, que como quiera son países poderosos, expresaron que la propuesta no es materia del Consejo de Seguridad. Que el consejo no se dedica a resolver sobre la plantación de arbolitos y que en todo caso, debe tratarse con la requerida diplomacia ante el foro apropiado, lo que significa negociar antes de salir con tamaña propuesta, que les permitirá hacer las consultas previas del caso con sus respectivos gobiernos.
Convendría inculcarle a nuestro Presidente que donar es un acto de inteligencia. Que el donante siempre desea que su aportación llegue lejos y no se dilapide. Para que la donación sea efectiva, debe haber una reunión de inteligencias, la del que dona y la de quien recibe y usa los fondos. Un buen plan de destino y disposición de fondos es indispensable.
Hay quien ha comparado la postura de López Obrador con la del Presidente Echeverría, al pretender encabezar en los 70’s al Tercer Mundo, sin el conocimiento de la complejidad de la pobreza y la desigualdad a nivel mundial. Si a eso se añade el simplismo y la solución amlista de reparto directo de dinero a los pobres sin intermediarios, habría que concluir que la propuesta no perjudica ni beneficia…. ¡sino todo lo contrario!