CUBA: PARAÍSO DE LA DESVERGÜENZA Y LA INFAMIA CONTRA EL PUEBLO
Pregunta: ¿Existe un país latinoamericano donde hace más de seis décadas se pavonea la explotación descarada y vil de los ciudadanos, donde se aterroriza a estos con golpizas y torturas a la menor protesta, y reina el desinterés de vivir, ante la imposibilidad de la realización de ambiciones personales, a menos de que se olvide la vergüenza y se decida pasar del lado de los torturadores? Desafortunadamente sí. Cuba es el ejemplo de la mentira oficial hecha decreto, dictada por abusivos que sólo conocen la mecánica y proceder requeridos para apropiarse de los bienes, derechos, conciencias y dignidad de otros, apoyados por la fuerza de las armas y la leyenda de una revolución que podría haber sido justificada en su momento, pero que se ha extraviado en el sufrimiento de su pueblo.
Antes de seguir, conviene tener presente que la isla de Cuba es mas grande de lo que por lo general nos imaginamos. Tiene 1,250 kmts de largo, lo que en línea recta sería de la ciudad de México a la capital de Chihuahua. En su parte de mayor anchura no llega a 200 kmts.
El gobierno cubano ha venido jugando la carta del pobre frente al país mas rico del planeta, del que se queja haberlo explotado sin límite, prostituido a sus mujeres, vendido servicios y mercancías en casas de vicio establecidas con propósitos pirata y dilapidado su riqueza a cambio de un puñado de dólares. Sin entrar a lo sucedido en el pasado que reporta indiscutibles verdades, lo cierto es que han pasado 62 años y los motivos de la revolución cubana se encuentran hoy gastados y en la historia. Como lo anterior no ha sido suficiente, se ha acusado a EUA de mantener un “bloqueo” o “embargo” asesino, razón de la hambruna y falta de una vida digna. ¿Es cierto?
Según datos del gobierno cubano, durante 2019 Cuba exportó 1.24 billones de dólares, principalmente por la venta a China, Países Bajos, España, Senegal, Reino Unido y Venezuela, de azúcar, petróleo refinado, tabaco, licor fuerte y níquel,; en tanto importó 528 millones de dólares en la adquisición de trigo, morcajo, petróleo refinado, leche, maíz y aves de corral. En pocas palabras, no existe un “bloqueo” férreo como se quiere aparentar, independientemente de que muchas adquisiciones de productos estadounidenses se realizan vía terceros países.
El conflicto entre EUA y Cuba, recuerda el divorcio de muchas parejas. Ambos tienen razones y culpas de peso. Las “represalias” (retaliations) de una y otra parte han sido constantes. Se inician con la respuesta de EUA a las confiscaciones cubanas de bienes de empresas y ciudadanos estadounidenses sin mediar indemnización, restricciones comerciales como la reducción de compras de azúcar y el rompimiento de relaciones diplomáticas. No es el propósito de este breve artículo hacer el listado de actos de uno y otro bando, que en el caso de Cuba se incrementan o reducen en la medida en que recibe apoyo de la Unión Soviética y otros países socialistas. Sólo se añade que actualmente EUA mantiene congeladas cuentas bancarias cubanas en EUA e inclusive deposita ante juez estadounidense la renta por la base militar de Guantánamo.
En los últimos días han surgido protestas del pueblo hambriento y cansado, que observa por internet la riqueza y el buen vivir de sus paisanos en Florida y del resto del mundo. De diferentes ciudades y provincias han surgido movimientos anti gobierno. Se han reprimido siguiendo su estilo de soluciones diferentes, maliciosas y marrulleras, lo que podríamos decir “a la cubana”. En vez de mandar cuerpos policiacos provistos de equipo antimotines y cañones de agua, que reprimen en plazas públicas y lugares abiertos, el gobierno los abate en calles aledañas, alejados de los medios. Lo hace con garrotes que portan personas vestidas de civil, que a palos rompen cabezas, piernas, brazos y costillas a la población desprovista de medicinas, acusándolos de enemigos de la “revolución”, que ellos y sólo ellos detentan. A los líderes los encarcela y con seguridad les practica su especialidad, tortura psicológica que no deja huella en el cuerpo, pero llena de espanto y terror a mentes que quedan tocadas por el resto de sus vidas. Esto, por luchar por una vida mejor para sus familias.
Lo que el gobierno cubano hace hoy en día al degradar a su ciudadanos y tratarlos peor que animales rabiosos, es una infamia que no tiene nombre. El hecho de que nuestro Presidente apoye a ese gobierno de autócratas y les mande “ayuda humanitaria”, es un oprobio y un estigma que habrá de acompañarlo siempre. Ha preferido apoyar la dictadura y darle la espalda al “pueblo sabio”, que tanto presume respetar. Son hechos y no palabras los que miden la estatura de los líderes y dejan sus mentiras al descubierto.
Quien no quiera ver la obviedad maligna de nuestro Presidente, que después no se diga sorprendido de su conducta autócrata.